El día de ayer, era un día muy esperado, se realizaron las elecciones en Estados Unidos, en todos los programas de radio y televisión había programados especiales de las elecciones para la tarde.
Yo desperté con emoción y quería ver todo lo que pasaba en relación a las elecciones, y quería que llegara la tarde para conocer las cifras, todos me decían es obvio que Obama va a ganar, yo no quería decirlo de una manera tan segura, quería esperar. En la tarde me tocó ir a trabajar al senado, y estaba un poco molesta porque saldría tarde y no podría ver la televisión ni escuchar la radio, ni siquiera internet; finalmente no salí tan tarde, salí como a las 6:30 de la tarde, ahora parece mucho más tarde porque con este nuevo horario de invierno siempre parece más tarde de lo que es.
Al salir del senado decidí regresar a mi casa por Reforma y después tomar el periférico, y mientras iba por Reforma empezaron a pasar muchísimas camionetas llenas de policías que se aventaban a los coches y te tocaban hasta que te quitaras, yo pensé, qué les pasa, a dónde quieren que me mueva, porque para mi mala suerte tenía a una camioneta atrás, el semáforo en rojo un camión enfrente y a la coche y del otro la banqueta, porque era justamente la hora de salida. Poco tiempo después escuché en la radio la noticia de que una avioneta se había caído en Reforma, primero decía fue en la Torre de PEMEX, y los locutores pedían disculpoas por no poder decir nada más y justificaban que la información no fluía, yo llegué a periférico y no vi nada, más que a muchas ambulancias pasar, y patrullas y helicópteros, pero seguí mi camino. Ya tenía un sentimiento de consternación, mi familia me llamó para saber si estaba bien, y decían que me habían estado llamando pero que la llamada no entraba, y les contesté que no estaba hablando, pero que estaba bien que se tranquilizaran, porque la voz de mi hermana era de preocupación, colgué y entonces escuché la noticia de que era un avión de la Secretaría de Gobernación, y que era probable que el Secretario de esta dependencia fuera abordo; sentí algo feo, sentí como si el estómago se me hiciera chiquito y pensaba no puede ser no puede ser, me negaba a creerlo, decía no creo que fuera, no habría pasado eso, pero entonces dieron la noticia que presidencia confirmaba la muerte de Juan Camilo Mouriño, no podía evitar sentirme triste.
La tristeza que sentía, no era porque sintiera afinidad con él o su trabajo, era porque pensaba era muy joven, tiene hijos pequeños y su esposa es muy joven, pensaba en el impacto que debe ser recibir una noticia así, además, pude verlo en persona, y ver que era muy jóven y hasta guapo, escuharlo y el fin de semana platicaba con un amigo de las posibilidades que tenía para que fuera candidato del PAN, y ahora había muerto.
Así, el 04 de noviembre había pasado de ser un día de emoción y esperanza, a un día en donde se mezclaban sentimientos de tristeza, preocupación por México, emoción por Obama, no era una sensación agradable.
La preocupación que sentía, y siento, por mi país, es porque considero que no fue un accidente, y no quiero caer en la especulación, pero hay muchas cosas que apuntan a pensar que fue un atentado del narcotráfico, pero sí exijo que se de la información transparente, que se nos diga a la sociedad qué pasó exactamente, porque es un hecho que nos afecta a todos y todas.
Igualmente, afirmo que la estrategia desarrollada por el ejecutivo, ha demostrado estar errada si se utiliza como única medida al ejército para enfrentar una "guerra" con los narcos.
Lo que puedo aportar es que la sociedad debe exigir primero, se esclarezca este caso de manera transparente, y después se reformule la estrategis frente al narco, así como los partidos se disputaban la participación y apoyo de la ciudadanía en lo referente a la reforma petrolera, de la misma manera debe incluirse la opinión de la ciudadanía en el tema de seguridad, y principalmente debe fluir la información.
El día terminó, para mí, viendo el discurso de Obama cuando ya había ganado las elecciones, y no pude evitar derramar unas lágrimas cada vez que decía Yes We Can, porque estaba feliz de ver a la gente tan emocionada viendo a un hombre que puede cambiar muchas cosas, pero también me entristecía pensar en la realidad de nuestro país, y considero que lo que se necesita para generar una transformación en México es uan participación activa de la gente, así que no tengamos miedo, actuemos, hablemos, opinemos, exijamos, aún cuando seamos pocos, gradualmente seremos más, Sí Se Puede y Sí Podemos.
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