Después de algún tiempo de no escribir, regreso, espero que esta vez sí sea mucho más continua mi presencia en este espacio. Pero a veces por más que me lo proponga no encuentro la inspiración para escribir, y no es que no haya temas, porque la verdad es que el mundo gira permanentemente, y se puede hablar de cosas buenas y malas, o simplemente de cosas irrelevantes. Lo que me sucedió en estos meses es que simplemente perdí la inspiración y el rumbo en mi cabeza, por más que repetía (a mí misma, pero más a la gente que me preguntaba y que sabía estaba preocupada) estoy bien, estoy bien¡¡¡, lo cierto es que me ha costado trabajo hacer de esta frase una realidad en un cien por ciento.
Pero tengo el firme propósito de que así sea, pretendo retomar aquellas cosas que me hacen feliz y que me sacan una sonrisa o una buena carcajada. Una de las cosas que disfruto mucho es escribir, porque creo que es una buena forma de expresar lo que pienso; conocí a alguien que me recordó lo necesario y benéfico que es escribir, (aunque esa persona escribe casi de manera incansable y permanente) trataré de hacerlo de una manera constante.
Empiezo con una reflexión de lo que pasó en el año que termina, muy típico, pero prometo escribir de cosas mucho más interesantes.
Fue un año de muchos tropiezos en todos los aspectos, pero creo que he aprendido mucho, lo mejor fue que enfrenté muchas cosas sola y me hizo endurecer mi carácter, pero en esa “soledad” me di cuenta que tengo muchas personas, a quienes no les importa los errores que cometa o las veces que me caiga, siempre tienen un abrazo para mí, y han estado a mi lado siempre, me refiero a mis hermanos quienes me vieron caer, desesperarme, llorar, pero siempre estaban ahí y me levantaban, me abrazaban y me hacían saber que creían en mi y que estaban orgullosos de mí, al igual que mis papás.
Pero a quienes quiero decirles lo mucho que las amo es a mis amigas, Paulina, Dania, Diana, Melissa y Gabriela, gracias por el apoyo, la distracción, el cariño, y por todos esos buenos momentos que hemos pasado, sin ustedes no sé qué hubiera hecho.
Finalmente, y de la manera más inesperada y rara, conocí a un niño regio jajaja….quien me hace tener una sonrisa. Gracias a todos.
Pero tengo el firme propósito de que así sea, pretendo retomar aquellas cosas que me hacen feliz y que me sacan una sonrisa o una buena carcajada. Una de las cosas que disfruto mucho es escribir, porque creo que es una buena forma de expresar lo que pienso; conocí a alguien que me recordó lo necesario y benéfico que es escribir, (aunque esa persona escribe casi de manera incansable y permanente) trataré de hacerlo de una manera constante.
Empiezo con una reflexión de lo que pasó en el año que termina, muy típico, pero prometo escribir de cosas mucho más interesantes.
Fue un año de muchos tropiezos en todos los aspectos, pero creo que he aprendido mucho, lo mejor fue que enfrenté muchas cosas sola y me hizo endurecer mi carácter, pero en esa “soledad” me di cuenta que tengo muchas personas, a quienes no les importa los errores que cometa o las veces que me caiga, siempre tienen un abrazo para mí, y han estado a mi lado siempre, me refiero a mis hermanos quienes me vieron caer, desesperarme, llorar, pero siempre estaban ahí y me levantaban, me abrazaban y me hacían saber que creían en mi y que estaban orgullosos de mí, al igual que mis papás.
Pero a quienes quiero decirles lo mucho que las amo es a mis amigas, Paulina, Dania, Diana, Melissa y Gabriela, gracias por el apoyo, la distracción, el cariño, y por todos esos buenos momentos que hemos pasado, sin ustedes no sé qué hubiera hecho.
Finalmente, y de la manera más inesperada y rara, conocí a un niño regio jajaja….quien me hace tener una sonrisa. Gracias a todos.
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